¡Todos con Massa!

Quien nos iba a decir hace unos meses a los aficionados españoles a la fórmula uno que a estas alturas del campeonato estaríamos jaleando a Felipe Massa. Del brasileño se ha dicho en España de todo, y casi nada bonito. Para empezar, se le acusaba de poco menos que usurpar uno de los volantes de Ferrari a Alonso sin haber hecho méritos para ello. Se aducían para ello sus malos resultados y su proverbial irregularidad, indigna, se decía, de un piloto de la mítica escudería italiana.
Pero ahora, con el asturiano sin opción alguna de luchar por el campeonato -ni por las carreras si quiera, que cosa tan triste-, la afición española, después de la pasada temporada, sólo vive por y para ver hundido en el fango a Lewis Hamilton, un tipo tan bueno al volante como afortunado. No se conoce en los últimos años piloto que haya sufrido más trompos y percances en carrera y que, sin embargo, haya tenido que abandonar menos grandes premios. Afortunadamente, como ha demostrado hoy, su propia fogosidad le juega más de una mala pasada y, de paso, incrementa el porcentaje de posibilidades de Massa de convertirse en campeón, sin que eso sea lo sustancial, pues lo importante no es quien gane, sino que no gane Hamilton.
De Inglaterra, y hablando de fútbol, llegan hoy unas declaraciones sorprendentes. David Gill, director general del Manchester, asegura que la estratosférica oferta de 170 millones de euros que los nuevos dueños del City dicen estar dispuestos a hacer al United por Cristiano Ronaldo, es mala porque "causaría desorden en el mercado". ¿Y que tiene que decir, como bien afirma Borja, de que su propio club haya pagado 55 millones por uno de tantos delanteros como Berbatov? ¿Eso no es “desordenar el mercado”, inflacionarlo, como le dijeron al Madrid tras pagar 30 por Pepe?