martes, 5 de mayo de 2009

La resaca del chorreo

El fútbol, tan ingrato tantas veces con aquellos que lo tratan con cariño y tan generoso con tiranías como la que dio a Italia su último Mundial o tantos títulos a Capello, ha sido justo esta vez con el Barcelona. La exhibición culé del Bernabéu ha hecho justicia a la sublime campaña que están haciendo los blaugrana, inmensa tanto en juego como en resultados, aunque estos deban ser refrendados tanto en la Copa del Rey como la de Europa. La Liga está cerrada, por más que el Real Madrid todavía tenga opciones matemáticas de hacerse con el título.
Guardiola ha logrado perfeccionar al máximo la apuesta que hace un par de décadas implantase Cruyff en el Camp Nou: fútbol de toque y ataque.
Buena parte de los males del eterno enemigo provienen precisamente de la falta de patrón futbolístico de la que adolece desde hace varios años. Una temporada se apuesta por Capello y sus once gladiadores para a la siguiente virar en redondo y contratar a Schuster, que se encuentra con la plantilla que ha planificado un año antes el italiano y sin poder fichar lo que necesita para practicar un fútbol más alegre y ofensivo.
Ahora que después del "chorreo" del sábado está claro que el coraje y el orgullo no son suficientes para competir con los grandes de Europa y que el Real Madrid necesita renovarse a fondo, sería buen momento para que los blancos hiciesen autocrítica y pensasen en poner los cimientos para el futuro apostando por una filosofía de juego concreta. No digo cual. Puede que al club le vaya más un perfil de fútbol de contraataque que de dominio. Pero lo que es indudable es que necesita implantar una idea clara de juego que pueda mantener en el tiempo para evitar episodios como los de los últimos años.
Pero no sólo es básico apostar por una filosofía. También lo es fichar entrenadores que la mantengan en el tiempo para permitir al director deportivo fichar en función de la misma independientemente de quien sea el inquilino del banquillo. A estas ventajas se uniría que una planificación de este tipo facilitaría la adaptación de los jugadores, que serían fichados porque sus características se adaptan al tipo de juego que se quiere imponer, y haría menos traumáticas las renovaciones del equipo, pues ahora, cada entrenador que viene pretende cambiar a la mitad de la plantilla y al final el equipo blanco no sabe a lo que juega.

miércoles, 29 de abril de 2009

Messi, bajo mínimos

El fútbol es tan volátil y está sujeto a intangibles tan imprevisibles como la fortuna o el estado de ánimo, que tras una temporada de aplastante tiranía, el Barcelona lo puede perder casi todo en una semana. En Liga, lo que hace apenas un par de semanas parecía descabellado, que el Madrid la ganase, ahora no lo es tanto, y los que apostaban doble contra sencillo por una victoria blaugrana en el Bernabéu ya no lo tienen tan claro. Tras las victorias contra el Getafe y el Sevilla, el indestructible gen competitivo-superviviente de los blancos está desatado y es capaz de todo, hasta de ganar al Barça.
Y en la Copa de Europa, tras el empate sin goles en el Camp Nou, en Stamford Bridge puede pasar de todo. Y poco le ayuda a los culés haberse quedado sin Márquez ni Pujol y tener que recurrir a Cáceres para completar la línea defensiva, que no se ha mostrado nada fiable en sus apariciones.
Pero si malas son las noticias de las bajas en la línea defensiva, igual de nefasta, o incluso peor, es el alarmante bajón de forma por el que atraviesa Messi. Ayer deambuló como alma en pena buena parte del choque contra el Chelsea. Sin chispa, sin desborde... Si los blaugrana no recuperan al mejor Messi, perderán buena parte de sus opciones de pasar a la final de Roma, pues aunque cuenten con un Iniesta superlativo en los últimos choques, puede no ser suficiente frente a un equipo que en casa apretará de lo lindo.
Puede que decisiones como las de hacer un único cambio en un partido como el del Sevilla, resuelto ya al descanso, no hayan sido acertadas con el apretado y durísimo calendario que les queda a los blaugrana.

jueves, 23 de abril de 2009

Pepe debe quedarse

Una vez que el comité de competición ha sancionado duramente la salvaje agresión de Pepe a Casquero con diez partidos de suspensión, el debate que ahora plantean algunos es si el Real Madrid debería traspasar al jugador por haber deshonrado de forma tan bochornosa la camiseta blanca o perdonar su comportamiento previa sanción interna y una vez purgada su condena.

"El Mundo" asegura que hay directivos de la entidad que ya han planteado abiertamente esta posibilidad y algunos columnistas aseguran que, en otros tiempos, la directiva de Concha Espina no lo habría dudado ni un instante y habría fulminado al portugués.

Pepe no es el primer futbolista, ni será el último, que comete una tropelía de tamaño calibre. Juanito le pisó la cabeza a Matthaus, Stoichkov pisó a un árbitro de forma intencionada, Barça y Athletic acabaron a puñetazos una final de Copa -¿cómo olvidar la famosa patada voladora de Carrasco que si le engancha la cabeza a alguien se la arranca?-... Si no me falla la memoria, en ninguno de los citados casos sus clubes se plantearon la posibilidad de traspasar a los jugadores implicados en los altercados. ¿Por qué habría de hacerlo ahora el Real Madrid?

Es cierto que Pepe protagonizó una salvajada muy grave. Pero una vez cumpla los diez partidos de sanción, como el preso que cumple condena, tiene derecho a ser readmitido y perdonado. Otra cosa sería que reincidiese. Entonces habría que pensárselo.

Imaginemos que Cristiano Ronaldo, con el 9 del Madrid a la espalda, pisotea a un rival de forma tan lamentable como Pepe. ¿Se plantearía alguien la posibilidad de prescindir del portugués? Seguro que entonces su agresión no mancillaría en grado sumo la camiseta blanca como algunos sugieren ahora. ¿Alguien hubiera echado a Zidane tras su cabezazo a Materazzi si le hubiese restado algún año de contrato?

miércoles, 22 de abril de 2009

Pepe "el salvaje"

Con una sempiterna sonrisa colgada casi siempre de su rostro, de Pepe se podrían decir muchas cosas. Que es un tipo simpático, un magnífico central... pero lo que casi nadie hubiera dicho de él hasta ayer es que es un futbolista violento, de los que pierden los estribos con facilidad. Ayer lo hizo de forma desmesurada y vergonzosa con su salvaje agresión a Casquero.

La ensalada de patadas que el central portugués le propinó al jugador del Getafe fue bochornosa, más propia de un matón de barrio que de un deportista, y especialmente decepcionante viniendo de un hombre como Pepe. Sucede en este caso lo mismo que con el triste y famoso cabezazo de Zidane a Materazzi: que al ser sus autores futbolistas de gran clase y sin tachas previas destacables en sus respectivas hojas de servicio, su comportamiento resulta doblemente decepcionante.

Pepe merece que le sancionen de forma ejemplar, con ocho o diez partidos y una elevada multa económica. Y no sólo que lo haga la Federación. También el Real Madrid debería tomar medidas disciplinarias y sancionarle con dureza, pues su comportamiento es intolerable, por mucho que haya pedido perdón. Y, abundando más, porque le ha hecho un muy flaco favor a su equipo. A falta de seis partidos, y jugándose la Liga, descartarse de esta forma es imperdonable.

Con su comportamiento de ayer, el central ha hipotecado buena parte de las pocas opciones que los madridistas todavía tienen al título. Para que los blancos ganen el campeonato, no sólo debe esperar un poco probable fallo del Barça, sino vencer en los seis partidos de Liga que les restan. Y eso, sin Pepe en el centro de la defensa, y quedando partidos contra el Sevilla, el Valencia, el Villarreal y el Barça, es casi imposible.

Muy caros, por la previsible sanción a Pepe, y la ausencia en el choque contra el Sevilla de Higuaín por acumulación de tarjetas, y de Robben por lesión, le salieron los épicos tres puntos de ayer al Real Madrid.

lunes, 20 de abril de 2009

Los valores de Juande

Ya he visto que en cuanto se os habla de fiesta y whisky os motivais que da gusto. Lo tendré en cuenta para próximos comentarios. Ahora vayamos a otra cosa.

Resuelto desde hace semanas, según aseguran los más informados, que Florentino Pérez volverá a presidir el Real Madrid a partir del próximo mes de junio, la incógnita a despejar ahora, Cristianos o Kakás al margen, es quien será el próximo entrenador del Real Madrid. Digo próximo porque puede que no sea nuevo. ¿Y si al final Florentino se decanta por prolongar el contrato de Juande?


La idea no resulta descabellada por dos cuestiones. La primera, que las opciones que se manejaban hasta ahora para sustituirle parecen poco factibles, aunque en esto del fútbol siempre queda margen para la sorpresa en cualquier momento y situación. Benítez acaba de renovar con el Liverpool, Ancelotti no acaba de ser una opción clara, Pellegrini seguirá en el Villarreal y dudo mucho que Wenger acceda a venir a España y deje su cargo de director deportivo y entrenador del Arsenal por un club como el Real Madrid en el que las alineaciones se hacen muchas veces desde el palco.


El segundo elemento a favor del manchego tiene que ver con criterios meramente futbolísticos. Desde que llegó, el Real Madrid ha encadenado una racha formidable en Liga. Cierto que cayó con estrépito en Anfield. Como dijo Casillas, al Madrid le faltan dos o tres jugadores para dar el salto de calidad que exige la Champions, aunque parece que alguno llegará en verano. Sí, el Madrid aburre a las ovejas, pero gana. Y a los que opinan que debería dar espectáculo, encandilar con un juego parecido al del Barça, habría que decirles que la plantilla blanca, además de desequilibrada, está construida de forma muy distinta a la culé. Históricamente, y así sigue siendo, los blaugrana se han decantado por un juego de toque y los blancos, por el contragolpe. De construir equipos virtuosos en este último arte algo sabe Juande, como demostró en el Sevilla. Con los complementos adecuados, el Madrid podría exhibir un nivel muy alto similar al que, según coincide todo el mundo, ofrecieron los sevillistas cuando ganaron dos Copas de la UEFA, una del Rey y una Supercopa.


Para que el Madrid llegara a jugar con el estilo del Barça, debería acometer una profundísima reconstrucción de su plantilla de cientos de millones de euros poco factible en este momento. ¿Por qué no aprovechar lo bueno que hay y empezar a construir un equipo con un estilo que puede llegar a ser tan espectacular, aunque a su manera, como el del Barcelona?

jueves, 16 de abril de 2009

Borracheras legítimas

Me contaba en cierta ocasión uno de los periodistas que cubrió la Eurocopa cómo era una noche en la concentración del combinado nacional. Muchos pueden pensar que los futbolistas de la selección se iban temprano a dormir para estar a la mañana siguiente a tope para los entrenos. Craso error. Me relataba el susodicho enviado especial la afición por los "cubatas" y los cigarros que, en concreto, tenía uno de los jugadores de "la Roja". ¿Notó alguien una notable bajada de su rendimiento en los partidos? Ya os puedo yo asegurar que no, que el tipo salió al campo cuando así se lo requirió Luis Aragonés y cumplió con su cometido con creces.

¿A que viene tanto revuelo con que si Sergio Ramos se fue en el descanso del partido del domingo a los toros? ¿Acaso su presencia en la grada hubiese contribuido a mejorar el mal partido que hicieron sus compañeros sobre el césped? Si el reglamento de club obliga a los no convocados a asistir a la grada del Bernabéu, que lo sancionen, pero que no le criminalicen como si hubiese hecho algún mal irremediable para el equipo. A ver si de una vez algunos dejan de escrutar tanto lo que hacen los jugadores fuera del terreno de juego y se centran en su papel sobre el césped. Como quedó demostrado en la Eurocopa, lo que caga jugador haga fuera del terreno de juego es cosa suya mientras luego cumpla en el campo. ¿O acaso al fontanero, al albañil o al administrativo que se va de cañas después del trabajo con los amigos y llega un poco perjudicado a casa se le echa la bronca al día siguiente en su empleo sólo por eso? Se le reprenderá en el caso de que no cumpla con su tarea, como se le recriminó, no sin razón, a Robinho que llegase borracho y oliendo a alcohol a los entrenamientos del Real Madrid.

Ya basta de la milonga de que los jugadores representan al club, su imagen, su historia... Gerrard, quien lo diría por la pinta de buen tío que tiene, pasó por el talego unas horas tras verse involucrado en una sucia reyerta barriobajera. ¿Alguien cree que el prestigio del Liverpool se ha resentido por eso?

domingo, 12 de abril de 2009

El fútbol y el absurdo

Hay momentos en los que uno piensa que, por el bien de la humanidad, la prensa deportiva debería descansar tres días en semana y trabajar los viernes, los lunes y los fines de semana. De esa manera, nos ahorraríamos ruedas de prensa insustanciales en las que los futbolistas, a fuerza de no tener nada que decir, nos ofrecen un amplio repertorio de prerogrulladas -el fútbol es así, no hay rival pequeño...- cuando no de sandeces de calibre mayúsculo.

A bote pronto, y sin tener que rebuscar mucho, esta semana pasada me encontré con tres. El premio "Bocachancla" de la semana se lo daremos a Touré Yayá. Después de que el Barça le metiera cuatro al Bayern arrollándole en 45 minutos, el bueno de Touré afirmó hace un par de días que los culés deberían meter dos o tres goles a los alemanes en el Allianz Arena "para sentenciar". Una cosa es respetar al rival y otra decir sandeces de semejante calibre. ¿Qué hace el bueno de Touré cuando su equipo juega una eliminatoria igualada, convocar una reunión de urgencia con todas las santeras de su aldea y preparar un hechizo contra el rival?

Ayer, el entrenador del Barça, Pep Guardiola, no sé si por solidaridad con su chaval, insistió con la misma cantinela, aunque añadiendo comentarios de su propia cosecha: ¡cuidado, que cuando los bárbaros germanos empiezan a arrear en plan martillo pilón, son capaces de hacer uno o 21! Francamente, y como en el caso de Touré, tanto exceso de precaución roza, en este caso, el esperpento. ¿Qué les hubiese costado a ambos decir que respetan al rival y que esperan ganar la eliminatoria y no hacer comentarios que parecen más pensados a curarse en salud no sea que una hecatombe nuclear tumbe al Barcelona y de el pase a semis al Bayern? Entre estas palabras y el celebérrimo "chorreo" de Boluda hay un término medio y razonable.

La última perogrullada se la escuchamos ayer al entrenador del Valladolid, el señor Mendilibar, aunque esta vez era en la preceptiva rueda de prensa posterior al partido con el Madrid. Se quejaba de que los recogepelotas del Bernabéu poco menos que fueron abducidos después del segundo gol blanco. "Nos damos la mano, nos deseamos "fair play", y luego nos puteamos todo lo que podemos en el campo", dijo Mendilibar. ¿Y qué espera? Hasta que un día no ocurra como en los campos ingleses, que al tramposo se le señala con el dedo y poco menos que se le acusa de un delito de deshonor al fútbol y a sus compañeros, las tretas y jugarretas seguirán siendo el pan nuestro de cada día. Además, no me direis que no tiene su puntito lo de las putaditas. Cuando se las hacen a tu equipo, bien que joden, pero cuando son los tuyos los que las hacen...