El interés de la FIFA en Cristiano

Muchas lunas después, retomo el blog que tan abandonado tengo desde la gloriosa victoria de España en la Eurocopa. Como ya dije, no eran tan fieros esos teutones. Ahora, digerido el triunfo y la orgía de patriotismo que se desbordó por toda España -¿qué se le pasaría por la cabeza al bueno de Laporta cuando oyera gritar al capitán de su gran Barça, ese que él ha usado, y usa, como escaparate de sus aspiraciones políticas independentistas; "¡Viva España!" en la celebración en Colón"- vuelve la rutina veraniega de los fichajes y el de moda este año, como antes lo fueron los de Zidane o Ronaldo, es el del amigo Cristiano Ronaldo.
Ayer, el señor Blatter, a la sazón presidente de la FIFA, y a quien nadie ha dado vela en el entierro a día de hoy, se descolgó con unas declaraciones favorables a que el Manchester deje marchar al jugador. Y si Blatter se ha tomado la libertad de "aconsejar" a los ingleses que traspasen al portugués es por puro egoísmo. Negocio, puro y duro. El fútbol actual tiene un altísimo componente mercantil hoy en día y la principal beneficiada del chiringuito es la FIFA. Y a la federación internacional le interesa que Cristiano juegue en el Madrid. Porque las cosas como son: un Madrid poderoso y triunfador vende más que el Manchester, ese equipo de una fría y oscura ciudad británica, por muchas zarandajas y márketing que la Premier quiera tener. Así son las cosas. ¿Alguien duda acaso que David Stern, el máximo responsable de la NBA, no ha dado este año palmas con las orejas cuando ha visto que se repetía por enésima vez la final más mítica de cuantas son posibles entre Celtics y Lakers? ¿O acaso piensan que prefería que siguiesen ganando los antiglamourosos Spurs, la franquicia de una triste ciudad texana levantada en medio de la nada?