miércoles, 7 de mayo de 2008

¿Qué quiere Cerezo?

Al amigo Cerezo le cazó el otro día uno de esos micrófonos indiscretos que no saben de lo políticamente correcto y retratan el sentir real del personaje en cuestión. El presidente del Atlético de Madrid dijo que estaba un poco hasta los mismísimos de la situación del equipo, y yo no sé si lo dijo de manera consciente o bajo los etílicos efectos de un par o tres de "gintonics".
No dudo que a Cerezo y a todos los atléticos les encantaría que su equipo estuviera arrasando en la Liga, metiéndole cinco al Manchester en la Copa de Europa y riéndose de los vecinos del Bernabéu, pero, ¿se ha parado realmente a pensar lo que tiene en el equipo para decir que está hasta ahí mismo cuando se encuentra en puestos para disputar la próxima Liga de Campeones?
Agüero y Forlán -y este bastante menos en los últimos partidos- al margen, el resto del plantel rojiblanco es casi un erial. La defensa es una catástrofe, empezando por las cantadas de Pablo y siguiendo por Pernía, Antonio López y el resto de la cuadrilla. No anda mejor la cosa bajo los palos, donde ni Abbiatti ni Leo Franco acaban de asentarse por el mismo motivo: una preocupante irregularidad que no termina por decidir a Aguirre por ninguno de los dos. Y en el centro del campo, que decir. Mal anda la cosa cuando el "salvador" es un chaval de 18 años recién ascendido del filial y otros fichajes millonarios como Simao andan medio que sí medio que no, según sople el viento.
Con estos mimbres, y algunas "joyas" más como Reyes o Cleber Santana, que Aguirre haya conseguido situar al Atlético a tres jornadas del final del campeonato con opciones de jugar la Champions es más que notable. Sobre todo porque, en condiciones normales, esa plaza se la deberían estar disputando Valencia y Sevilla que, por diferentes motivos, no han hecho una temporada acorde a sus plantillas.
Mal hace Cerezo no siendo consciente de sus limitaciones y despreciando un trabajo que puede colocar al Atlético en Champions más de una década después de su última aparición.

1 comentario:

Víctor González Quevedo dijo...

Eso sin olvidar al gran Fabiano Eller.

Pues ahí estamos, mal se tiene que dar para no entrar en Champions, aunque ya sabemos cómo nos las gastamos en el Manzanares cuando hay que echarle un par y nos jugamos la vida... en fin, esperemos que el Sevilla caiga por su propio peso...